Proporcionar a los niños y niñas en situación de abandono y orfandad un hogar seguro en el que puedan iniciar una nueva vida, con la atención médica necesaria y una educación a la que no podrían acceder de otra manera. Cumpliremos este fin mediante un programa de desarrollo integral que buscará su autosuficiencia.
Para nuestros 43 niños y niñas
Ser niño o niña en Kenia es una prueba de resistencia a la adversidad. Más aún si se es huérfano.
Aunque Kenia ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño, aún no ha logrado que se cumpla. La pobreza, la sequía, el gran crecimiento de la población, los conflictos internos y la afluencia de personas refugiadas procedentes de la vecina Somalia, son algunos de los factores que impiden a los niños y niñas gozar de sus derechos. Uno de cada diez son huérfanos.
Estos menores han encontrado un hogar seguro y amoroso gracias a Isaac Bokea, su esposa Mourine y su anciana madre, Kerubo. Nosotros podemos formar parte de su gran familia aportando los recursos que necesitan para su manutención y cuidado.
Además de garantizar la cobertura de sus necesidades inmediatas, podemos ayudarles a construir un futuro digno proporcionándoles los medios para que se mantengan por sí mismos en un futuro.
Vamos a construir dormitorios para que por fin dejen de dormir hacinados en 4 m²; contarán con 60 camas, baños con ducha, sala de estudios, electricidad, agua caliente y una habitación para voluntarios con el fin de apoyarles en su formación profesional para que estos menores y otros miembros de la comunidad aprendan oficios, español y primeros auxilios que les permitirá ganarse la vida cuando se emancipen.
Juntos aseguraremos que tengan una infancia feliz, que crezcan sanos y que se conviertan en adultos maduros física, mental y espiritualmente.
Isaac, alma mater del orfanato, tras una época en la que se hallaba perdido, entregado a sus adicciones, encontró una misión que ha llenado de sentido a su vida acogiendo a los niños huérfanos en su casa.
Iván, Presidente y fundador de Perlas en el Barro, considera que la felicidad es poder ayudar a quienes más lo necesitan. Es el “tío Iván” para la familia Bokea.
Juntos conseguiremos que estos niños no pierdan la sonrisa, que crezcan con el cariño que se merecen y las necesidades básicas cubiertas para que en un futuro tengan un trabajo y formen la familia que nunca tuvieron.
Mantenedme al tanto de cómo están los niños y cómo se les puede ayudar